Alice vivía en un local en Córdoba desde hace 6 meses, hasta que al dueño del local se le cruzaron los cables y la ech. Por suerte, un trabajador de allí se apiadó de ella, la metió en su maletero hasta que saliera de trabajar y después la acogió una chica en su casa.
Justo ese día, en ese momento que nos pedían ayuda, una chica catalana nos acababa de escribir interesada en adoptar un gatito, sin importarle color ni sexo, y al decirles nosotras que los negritos son de los mas inadoptables por su color, no lo dudó ni un segundo en abrir las puertas de su casa a nuestra peque.
El fin de semana finalmente llegó Alice a su hogar, por primera vez en su vida ha dormido acurrucada con un humano en la cama, que la abraza y le daba besitos susurrándole al oído que jamás volverá a pasarlo mal.
Justo ese día, en ese momento que nos pedían ayuda, una chica catalana nos acababa de escribir interesada en adoptar un gatito, sin importarle color ni sexo, y al decirles nosotras que los negritos son de los mas inadoptables por su color, no lo dudó ni un segundo en abrir las puertas de su casa a nuestra peque.
El fin de semana finalmente llegó Alice a su hogar, por primera vez en su vida ha dormido acurrucada con un humano en la cama, que la abraza y le daba besitos susurrándole al oído que jamás volverá a pasarlo mal.
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